Se trata de un matrimonio Suizo que pasó por Chubut y se enamoró de una perra callejera.
Regresaron meses después y se la llevaron a su país.
«Queríamos un mejor futuro para ella, dijeron.
De vagar por las calles de Puerto Pirámides, buscando un poco de cariño y comida, a vivir en medio de las comodidades y el amor incondicional que le brinda un matrimonio de Lucerna, Suiza.
Así de vertiginosa ha sido la vida de «Canelita», una perra que en pocos meses pasó de un mundo a otro casi sin escalas y con una historia que merece ser contada.
Daniel y Marion Keist viven en Ebikon, una pequeña ciudad del cantón suizo de Lucerna.
A mediados del año pasado dejaron por un tiempo sus trabajos como asistentes sociales y se lanzaron a un viaje de «mochileros» alrededor del mundo.
La nueva vida de Canelita
Les tomó diez meses esta aventura, que incluyó pasos por las Azores, Rusia, Mongolia, China, Aruba, Argentina, la Antártida, Chile, Australia, Myanmar (la exBirmania) y culminó en Malasia en abril pasado.
El paso por la Argentina incluyó una visita a Chubut, en donde la historia de los Keist cambiaría para siempre luego de conocer a «Canelita».
«Después de veinticinco años, en 2016 decidimos con mi esposa hacer un nuevo gran viaje a través del mundo y decidimos incluir a este lugar llamado Argentina.
Habíamos conocido aquella vez la maravillosa Península de Valdés y como buenos amantes de la naturaleza que somos, volvimos a Puerto Pirámides por una semana», contó Keist a Diario jornada.
Ese paso por Pirámides, en noviembre del año pasado, fue crucial en esta historia de amor entre Daniel, Marion y «Canelita»: «En el hotel en donde nos alojamos conocimos a la perra. El primer día, durante el desayuno, ella entró al lugar porque la puerta estaba abierta, se acercó a nuestra mesa y se sentó junto a nosotros.
Se notaba que tenía hambre.
Le di algo del plato, cosa que yo no suelo hacer.
Rompí todas las reglas con esta perra», dijo Keist.