Artista mexicana recoge perros muertos y los convierte en arte para reflexionar sobre la vida animal

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Berenice Olmedo cree que «la relación de los humanos con los caninos en México es de uso instrumental» por su cosificación y explotación.

A sus 30 años, Berenice Olmedo se ha convertido en uno de los referentes artísticos más disruptivos de México.

Su propuesta: recoger cadáveres de animales y convertirlos en productos textiles para reflexionar sobre la jerarquización de la fauna doméstica dentro de la sociedad.

Gracias a sus trabajos, Olmedo ha impartido cátedras en Estambul (Turquía) y el seminario ‘Arte a partir de la segunda mitad del siglo XX’ en la Antigua Academia de San Carlos de la Ciudad de México.

Además, ha colaborado en instituciones como el Centro Cultural Ex Teresa Arte Actual de la capital mexicana.

En entrevista con RT en Español, la artista mexicana cuestiona que, si biológicamente, «todo cadáver está destinado a la putrefacción, ¿qué sucede a partir de la conservación de especímenes anatómicos mediante soluciones de formaldehído o la plastinación?».

RT: ¿De dónde surge tu interés por crear productos fabricados con cadáveres caninos?

En una clase de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) estudiaba la relación más que fonética entre ‘museo’ y ‘mausoleo’ y su propuesta como ‘adorno’.

Según esa premisa, los museos son formas tradicionales de sepultura para las obras de arte y, por tanto, el arte que contienen está condenado a la muerte.

Entonces, la pregunta era si la obra de arte estaba viva o muerta. Y pensé que, si estaba muerta, ¿por qué no exhibía objetos occisos?